martes, 5 de mayo de 2009

LAS REVOLUCIONES CIENTÌFICAS

¿Qué son las revoluciones científicas?

Tomando como punto de partida para el análisis y critica del trabajo intitulado ¿qué son las revoluciones científicas? de Tomas S. Khun, es importante señalar que la revolución y la ciencia en su sentido amplio puede involucrar diferentes conceptos, por lo que es conveniente abordar algunos significados comúnmente aceptados, Revolución: Acción y efecto de revolver o revolverse. Cambio violento en las instituciones políticas, económicas o sociales de una nación. Inquietud, alboroto, sedición. Cambio rápido y profundo en cualquier cosa. Movimiento de un astro a lo largo de una órbita completa. Rotación de una figura alrededor de un eje, que configura un sólido o una superficie. Giro o vuelta que da una pieza sobre su eje. Ciencia. (Del lat. scientĭa). f. Conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales. Saber o erudición. Tener mucha, o poca, ciencia. Ser un pozo de ciencia. Hombre de ciencia y virtud. Habilidad, maestría, conjunto de conocimientos en cualquier cosa. La ciencia del caco, del palaciego, del hombre vividor. Conjunto de conocimientos relativos a las ciencias exactas, fisicoquímicas y naturales. Facultad de Ciencias, a diferencia de Facultad de Letras. El conocimiento científico, pues, se representa en conglomerados de proposiciones agrupadas en torno de hipótesis, de leyes o de conjuntos de leyes que buscan comprender ciertos sectores del universo. El modo en que estas proposiciones se fundan unas en otras constituye su unidad lógica; el hecho de referirse a un mismo sector del universo constituye su unidad temática. Una ciencia es, pues, una agrupación de conocimientos científicos organizados entre sí sistemáticamente. La ciencia como actividad metódica La actividad del hombre de ciencia consiste, en términos genéricos, en recopilar datos, elaborarlos, extraer de ellos conclusiones, confrontar estas conclusiones con otros datos y con el resultado de otras investigaciones, ordenar todas las conclusiones de un modo sistemático y exponerlas con precisión. Las ciencias fácticas tienen como fuente principal la experiencia. Las ciencias formales tienen como fuente básica el razonamiento. Considerando lo anterior resulta insuficiente remitir la obra a una apreciación ligera o subjetiva, particularmente porque en esencia la construcción y unidad del pensamiento científico y filosófico no corresponden a hechos fortuitos o casuales, mucho menos pueden carecer de historia y de la intencionalidad de cambiar el entorno dentro de un marco social con circunstancias que son definidas por los modelos culturales de ese preciso momento. Por tanto un factor importante para considerar es el tiempo, cuya puntual apreciación remite a una atención no-literal del concepto, es imprescindible entonces para considerar como revolución, que esta se deba llevar a cabo mediante el cambio rápido, violento, profundo, yuxtapuesto a la evolución, como una serie de cambios o mutaciones progresivas en un periodo de tiempo relativamente mas extenso, lo cierto es que la historia de la ciencia se escribe a cada momento ya sea por revolución o con su evolución casi natural con los hechos que los hombres de ciencia han plasmado en sus investigaciones y propuestas.
Khum mantiene un rechazo a ideas progresistas, separadas de iconos histográficos o atomizados como hechos aislados y de manera insistente defiende que la historia de la ciencia muestra un desarrollo desde los comienzos primitivos, pero que nada indica que constituya un progreso hacia algo y, en especial hacia la verdad. Este tipo de pensamiento no es del todo claro al mezclar la brecha que hay entre los filósofos de la ciencia y la propia ciencia, llevando entonces al campo de las suposiciones o que de alguna manera esta entreverando las reflexiones que él mismo llama filosofía de la ciencia.
Es posible resumir las características del conocimiento científico en tres cualidades: el conocimiento científico es general, social y legal. Lo fundamental, para que un conocimiento pueda llamarse científico, es que tal conocimiento sea comunicado.
El conocimiento no comunicado de hecho, aunque en principio sea comunicable, no integra el sistema científico al que por su naturaleza esta destinado.
La diferencia entre el conocimiento vulgar y el científico La diferencia es que el conocimiento vulgar es el conocimiento que se aprende naturalmente, y el conocimiento científico es el conocimiento que se obtiene mediante el estudio y la investigación.

Los paradigmas de Khun
Un rasgo característico de su concepción es la importancia dada al carácter revolucionario del progreso científico, donde una revolución implica el abandono de una estructura teórica y su reemplazo por otra, incompatible con la anterior. Lakatos y Kuhn tienen puntos en común: ambas concepciones filosóficas deben resistir a las críticas basadas en la historia de la ciencia.
Se debe tener en cuenta que la concepción kuhniana es anterior a la lakatosiana. Por otra parte, la postura kuhniana se diferencia de la lakatosiana en el hincapié que hace el primero en los factores sociológicos. Thomas Kuhn expresa su idea acerca del progreso de la ciencia por medio del siguiente esquema abierto: {Presencia – Ciencia Normal – Crisis – Revolución – Nueva Ciencia Normal – Nueva Crisis} Introduce la noción de Paradigma, el cual está constituido por supuestos teóricos, leyes y técnicas de aplicación que deberán adoptar los científicos que se mueven dentro de una determinada comunidad científica. Los que trabajan dentro de un paradigma, ponen en práctica la ciencia normal. Es probable que al trabajar en ella, que desarrollará el paradigma en su intento por explicar el comportamiento de aspectos del mundo, resulten dificultades (por ejemplo, se encuentren con aparentes falsaciones). Si estas dificultades se hacen inmanejables, se desarrollará un estado de crisis. Ésta se resolverá con el surgimiento de un paradigma totalmente nuevo, el cual cobrará cada vez mayor adhesión por parte de la comunidad científica, hasta que finalmente se abandone el paradigma original. Este cambio discontinuo entre paradigmas constituye una revolución científica. El nuevo paradigma enmarcará la nueva actividad científica normal, hasta que choque con dificultades y se produzca una nueva crisis y una nueva revolución.
Una CIENCIA MADURA se rige por un solo paradigma, quien establece las normas que dan legitimidad al trabajo que se realiza dentro de la ciencia que rige, incluyendo la resolución de problemas que se presentan. Para Kuhn, será justamente la existencia de un paradigma que pueda apoyar una tradición de ciencia normal lo que establecerá la diferencia entre lo que es CIENCIA y lo que no lo es. Carecer de paradigma implica no poseer el estatus de ciencia.
Los paradigmas están compuestos por: leyes explícitamente establecidas, supuestos teóricos, maneras normales de aplicación de las leyes, instrumental y técnicas instrumentales, prescripciones metodológicas muy generales y como componente adicional, algunos principios metafísicos muy generales.
La CIENCIA NORMAL es descripta por Kuhn como una actividad de resolver problemas gobernada por las reglas del paradigma en cuestión. El paradigma deberá proveer los medios para solucionar los problemas que en él se formulan. Aquellos problemas que no puedan ser solucionados, serán entendidos como anomalías y como fracasos del científico, más que como falsaciones e insuficiencias del paradigma. Kuhn reconoce que todos los paradigmas contienen algunas anomalías y sostiene además que un científico normal no debe criticar el paradigma en el cual se encuentra trabajando.
Lo que diferencia a la CIENCIA NORMAL, madura, de la PRECIENCIA, inmadura, es la falta de acuerdo en lo fundamental. La Presencia se caracteriza por el total desacuerdo y el constante debate de lo fundamental, llegándose a establecer casi tantas teorías como teóricos haya trabajando.
La existencia de problemas sin resolver dentro de un paradigma no constituye en sí una crisis. Se sabe que en los paradigmas siempre habrá anomalías. Las anomalías pueden desarrollarse de modo tal que le resten confianza, es decir, que afecte los fundamentos del paradigma. En esta situación estamos ante una crisis. La misma comienza a manifestarse con un período de "inseguridad profesional marcada": se intentará defender los nuevos argumentos y el descontento respecto al paradigma en el cual se está trabajando aparecerá.
La crisis se agravará si aparece en escena un paradigma rival. El nuevo paradigma será distinto e incompatible con su predecesor; constituyen ópticas diferentes del mundo y será adoptado no por un solo científico en particular sino por la comunidad científica en su totalidad.
Para Kuhn, su concepción acerca de la ciencia es una teoría y no una descripción en la medida que explicita las funciones que tienen sus componentes. Reconoce que las funciones de LA CIENCIA NORMAL Y LAS REVOLUCIONES son necesarias: mientras se está en período de Ciencia Normal, se pueden desarrollar los detalles de las teorías, resolver problemas y realizar trabajos teóricos y experimentales. Se requiere que, en cierta medida, la ciencia normal sea acrítica; de lo contrario, se estaría permanentemente discutiendo la licitud de los supuestos y métodos y no se llegaría a realizar trabajos detallados. Las Revoluciones son la oportunidad de pasar de un paradigma a otro mejor. Si se desarrolla una crisis, el pasaje de un paradigma a otro se hace necesario, y este paso es esencial para el progreso de la ciencia. Si no hubiera "revoluciones", la ciencia quedaría atrapada en un solo paradigma y no se avanzaría más allá de él, lo que constituiría para Kuhn un grave defecto.


El progreso de la ciencia de Khun
A continuación reseñaremos en forma de tesis las características que Khun atribuye al progreso de las ciencias. La ciencia normal es acumulativa. La actividad científica normal, regida por un "paradigma" , consiste fundamentalmente en ampliar el conocimiento de los hechos que el paradigma delimita como relevantes, en extender la adecuación entre las predicciones del paradigma y los hechos y en articular cada vez mejor el propio paradigma.
El desarrollo de una ciencia consiste en una sucesión de períodos de tradición eslabonados por rupturas no acumulativas. El progreso a través de las revoluciones sólo se da si, ante la competencia de al menos dos paradigmas, uno de ellos obtiene la aceptación de la comunidad científica. El progreso es nota exclusiva de la ciencia madura. El desarrollo de la ciencia es distinto al de otros campos y sólo tiene lugar cuando la ciencia alcanza la "madurez", a la cual se arriba cuando emergen de la teoría técnicas -la verdad para realizar este trabajo encomendado por el Doctor Antonio Ramírez es necesario fumar mariguana igual que Khun para medio entenderle, pues es mejor que andemos iguales- predictivas exitosas y cada vez mejores. El progreso a través de las revoluciones tiende a enmascararse como acumulativo. El progreso no es continuo. Ya hemos dicho que las revoluciones constituyen auténticos hiatos o discontinuidades en el desarrollo de las ciencias. No es acercamiento a la verdad. El progreso no es una evolución hacia un objetivo determinado sino, a lo sumo, un mejoramiento desde el conocimiento disponible; lo más que puede afirmarse es que cada paradigma nuevo es un instrumento mejor para resolver enigmas.

¿Cómo llega Khun a este resultado?
En primer lugar, su concepción de la ciencia no está referida a la vasta empresa que es la ciencia moderna, que tiene como modelo a la ciencia natural y en particular, la física. Él se centra en lo que llama una “matriz disciplinaria”, pequeños grupos de investigadores que persiguen una línea de investigación, con problemas y objetivos comunes.
Esto conduce a la tesis de la ciencia normal, inseparable en términos estructurales de una serie que se inscribe en estos términos: ciencia normal- crisis- revolución- nueva ciencia normal. La tesis fundamental es la siguiente: “cada teoría nace refutada”. No hay teoría, por elaborada que esté, que logre encajar punto por punto con los hechos del mundo. Es por eso que cada ciencia normal consiste en la “resolución de acertijos”, tiene por finalidad acumular constructivamente un cuerpo de conocimientos y conceptos en dominios particulares. Pero se trata de los acertijos que en ese dominio resulten resolubles.
A este defecto fundamental de las teorías para apresar los hechos del mundo, los llama anomalías. Cuando las anomalías se acumulan, y la perspectiva teórica se nubla, la disciplina entra en crisis, y se produce lo que Khun llama revolución. Esta idea de revolución científica lo precede: es coetánea de la revolución en política (Revolución Francesa, 1789, revolución en la química, 1785), se habla de la revolución copernicana, etc. Sin embargo, la particularidad de su doctrina estriba en que, si cada ciencia normal, por sus anomalías, lleva la semilla de su propia destrucción, hay una idea de revolución perpetua, que supone momentos de estabilización a través del establecimiento de paradigmas, que constituyen el modelo de cada ciencia normal.
Es el uso de este término “paradigma”, el que nos interesa, ya que conduce a la idea que cobra fuerza en el constructivismo: que cada teoría es un lenguaje que determina el modo en que se construye la realidad. Es una palabra antigua, rescatada por Khun, que fue importada del griego al inglés hace 500 años. Significa patrón, ejemplar o modelo. Un ejemplo de paradigma es el verbo que sirve de modelo para la conjugación, según la terminación verbal, en el aprendizaje de una lengua (amar, temer y partir en nuestros ya antiguos manuales escolares). También lo es un santo que se erige como modelo de vida. Por eso una de las comparaciones que Khun establece para concebir la revolución de los paradigmas, es la conversión religiosa, que implica un cambio radical en la manera de concebir la vida. En el plano de la percepción, lo compara con un cambio guestáltico, ilustrado en el ejemplo del dibujo de un cubo en perspectiva, que puede verse de distintos modos según cómo se esté orientado.
Pero lleva aún más lejos la cuestión: después de un cambio de paradigma, dice, los miembros de una nueva matriz disciplinaria, viven en un mundo diferente al de sus predecesores. Al constituir un nuevo lenguaje, el nuevo paradigma no puede representar los descubrimientos y formulaciones del anterior, no hay asimilación ni traducción de la teoría anterior la nueva (esto conduce a otro problema en el campo filosófico, el de la inconmensurabilidad de las teorías rivales o sucesivas). En ese sentido, cada uno aprende ese lenguaje como nativo; no tiene dos teorías en la cabeza que va comparando punto a punto.
Al parecer, Khun utilizó de 22 maneras diferentes la palabra “paradigma”, pero al final se concentró en dos sentidos: como logro (algún éxito ejemplar en el momento de la revolución, produce nuevos conceptos que resuelven los problemas de manera novedosa), y, correlativamente, como conjunto de valores compartidos. Esto es: el logro impone normas, modelos de investigación, qué tipos de anomalías interesa resolver, qué soluciones son admisibles, y por añadidura, qué trabajos serán promovidos, financiados, publicados, etc., por la comunidad científica.
Resumen
La ciencia en construcción, una analogía de un edificio como paradigma del modelo científico con las etapas y conceptos que maneja Kuhn en su libro de las Revoluciones Científicas, como se va construyendo la ciencia a través de un ciclo operario en cuatro tiempos como son la aceptación del paradigma, el desarrollo de la ciencia normal, el advenimiento de la crisis y el colapso en la revolución científica que hace génesis de un nuevo paradigma científico.
En conclusión el desarrollo de la ciencia presenta una espiral cíclica de cuatro etapas cruciales, primeramente se consolida la formación de las bases representadas en la ciencia formal, que se ocupa de inventar entes lógico - matemáticos y establecer relaciones entre ellos. Sus objetos no son cosas ni procesos sino, emplea un lenguaje pictórico formas en las que se puede verter un surtido ilimitado de contenido. Posteriormente de esta procede la ciencia normal que es como una visión dogmática, no acepta ninguna otra, explica todo con los medios que posee, se concentra en su mayoría en aplicaciones que prueban lo exitosa que es, en esta segunda fase se llega a la cúspide del desarrollo científico, es la época de oro del paradigma, pero no de manera infinita ya que esta da lugar a una tercera llamada crisis, donde la hipótesis dominante es amenazada con nuevas investigaciones totalmente diferentes que la van fracturando poco a poco en una caída con pendiente negativa y que propicia el nacimiento de un nuevo paradigma producto de una revolución científica brusca o moderada pero al fin diferente que reemplaza al anterior paradigma.